Por fin llegó el día de la boda, el ansiado y tan esperado 15 de julio. Una fecha que nos marcaría a todos...
Me desperté al notar un pinchazo en el estómago, de verdad que me gustaba poco aquella manera de despertar, pero era lo que me tocaba y no me quejaba porque lo que vendría más adelante sería algo bonito, solo esperaba que Carlos se lo tomara bien... Sí, aun no había conseguido decírselo pero es que cuando uní todo el valor para hablar con él, me salió con que tenía que hablar conmigo y me contó que Silvia había vuelto a tener contacto con ellos quería hablar con todos nosotros para pedirnos perdón. ¡Já! Eso no se lo creía ni ella. Ni loca le daba una oportunidad a la lagarta aquella, ese mote se lo copié a Jesús, no quise escucharla porque todo iba a ser una trampa, de eso estaba segura. No había sido mi amiga, pero conocía al tipo de gente como ella y no la quería cerca de nosotros y menos ahora con la espera de nuestro bebé.
Terminé de soltar la cena de la noche anterior, me lavé los dientes, la cara para intentar que volviera a tener algo de color, me peiné un poco y volví a la cama. Eran apenas las seis de la mañana, me quedaban dos horas de sueño y quise aprovecharlas un poco más junto a mi chico. Me quedé dormida en nada de tiempo.
No sé cuánto tiempo había pasado, pero noté unas caricias en mi brazo e instantáneamente sonreí. Abrí los ojos poco a poco y me encontré con unos color miel que me tenían enamoradita perdida.
-Buenos días-susurró con una pequeña sonrisa.
-Así sí que son buenos días-le devolví la sonrisa y me acurruqué en su pecho.
-Tu móvil no ha parado de sonar, creo que son las chicas-me dijo acariciándome el pelo.
-¿Ya? Jo, yo quería pasar algo más de tiempo contigo-puse un puchero.
-Conmigo puedes pasar todo el tiempo del mundo, pero creo que deberías comenzar a prepararte porque las novias estarán muy nerviosas-me dio un beso en la cabeza.
-¿Muy?-lo miré con las cejas alzadas-Yo creo que deben estar subiéndose por las paredes.
Reímos y me dio un pequeño beso, a lo que yo gruñí.
-¿No puedo darte un beso?-preguntó con cara de pena.
-No es eso, es que ya que ibas a robarme un beso, róbame uno de verdad, jo-me quejé.
Rió y me dio mi buen beso de los buenos días. Así sí. Nos levantamos y entré al baño. Cuando terminé de ducharme, desayuné junto a mi rubio, me lavé los dientes, me peiné y arreglé un poco, guardé lo que me pondría en una bolsa especial para que no se arrugara, preparé mis cosas y esperé al toque de Raquel y Ainhoa, quienes vendrían a por mí en el coche de la primera para ir a por Laura e Isa para prepararnos todas en el apartamento que compramos la enana y yo cuando nos vinimos a Madrid. ¡Qué recuerdos!
El toque no tardó en llegar, así que me despedí de Carlos, me monté en el coche y fuimos a por Laurita. Nos bajamos las tres y Raquel tocó el timbre.
-No abren, estos dos deben estar todavía durmiendo después de una noche movidita-bromeó Raquel y las tres reímos.
-Vuelve a tocar-le dijo Ainhoa, pero no sirvió de nada, ya que no abrían.
-Anda, déjame a mí-empecé a tocar el timbre como si no hubiera mañana hasta que nos abrió un adormilado Dani con cara de tonto, pobre-.¡Buenos días, venimos a raptar a tu novia!
-Buenos días, malas personas-nos miró con los ojos entrecerrados, bueno, más entrecerrados aún-.Laura se está duchando y más os vale no hacerle nada malo porque...
-Tranquilo, la tendrás entera a las doce y media en la iglesia-le dijo Raquel pasando dentro de la casa-.Por cierto, ¿a qué hora llegan tu suegro y María?
-Llegaron anoche, están en el hotel porque no quisieron quedarse aquí porque también venían los padres de Jesús y supongo que José pasará a por Laura al piso-respondió.
-Oye...-dijo de repente Ainhoa-¿Estás nervioso?
-Un poco-rió levemente.
-¿Tardará mucho?-se desesperó Raquel después de un rato.
-¡Laura, como no salgas ya entraré a por ti!-grité.
-Menudo genio-me dijo Dani-.Y si alguien tiene que entrar a por ella, seré yo.
-Sí, claro y entonces no salís ni para pasado mañana-le dije.
-Tranquilidad que ya estoy aquí-dijo Laura saliendo con algunas cosas por el pasillo y llegó hasta nosotros.
-¿Lo llevas todo?-le preguntó Dani abrazándola.
-Sí, eso creo-dijo pensativa-.No sé por qué, pero tengo la sensación de que me olvido de algo...
-Eso es por los nervios-le sonrió Ainhoa.
-No sé... He dado mil vueltas, lo he repasado todo muchas veces... Pero sigo con la sensación de que me olvido de algo-resopló.
-Tranquila, verás como no es nada-le dije para tranquilizarla y ella asintió suspirando.
-Bueno, nos tenemos que ir ya, que Isa estará esperándonos-dijo Raquel.
-Luego nos vemos-le dijo Lau a Dani.
-Ya quiero que llegue la hora para que seas mía para siempre, pequeña-la abrazó por la cintura y la pegó a él.
-Te amo-le sonrió mientras le pasaba los brazos por el cuello.
-Yo también-se besaron.
-Vale, ya sabemos que os queréis mucho, pero nosotras nos tenemos que ir ya-dije tirando de Laura-.Adiós pequeña-imité la voz de Dani-.Adiós cariño-imité la de Laura-.Adiós a todos.
Raquel y Ainhoa rieron mientras los novios me miraban mal. Le saqué la lengua al rubio y nos subimos al coche tras dejar las cosas de Lau en el maletero. Llegamos al piso de Isa y Blas, nos bajamos las cuatro y subimos. Tocamos el timbre, esta vez con moderación por la peque, y esperamos hasta que Isa nos abrió con la peque en brazos.
-Hola chicas-la saludamos con un beso en la mejilla a las dos.
-¡Chiqui!-se escuchó gritar a Blas.
-¿Qué pasa?-preguntó Laura señalando el piso de arriba.
-Chiqui no para quieto y Blas está un poco de los nervios-rió.
-¿Tú no estás nerviosa?-le preguntó Raquel.
-Sí, pero intento que no se me note por la peque-hizo una seña con la cabeza hacia su hija.
Escuchamos como Blas volvía a gritarle al perro y este bajó las escaleras a toda prisa con un zapato en la boca seguido por un Blas semi vestido. Al verlo no pudimos evitar reír.
-No tiene gracia-nos dijo medio picado.
-Ala... Hoy tenemos dos Dani's-me
burlé.
-Oye, que como mi Dani ninguno-saltó
Lau.
-Eso, no me vayas a comparar con
él-dijo Blas y Laura le miró mal.
-Qué borde estás tú hoy, ¿no?-le
dijo Ainhoa.
-¿Estoy borde?-preguntó mirándonos.
-No-ironizó Raquel.
-Jo, lo siento-se disculpó abrazando a
Isa-.Son los nervios.
-Ei, esperad a esta noche por lo
menos-exclamé al ver cómo se besaban.
-Vale, ya me voy-le quitó el zapato a
Chiqui y cogió a Sara de los brazos de su mami-.Di adiós, cariño.
-Adiós-movió su manita en nuestra
dirección con una sonrisa.
-¿Quién la va a vestir?-preguntó
Laura.
-Mi madre va a venir a las
diez-respondió Blas.
-Y seguramente venga con la mía,
parece que se están haciendo amigas-añadió Isa.
-Bueno, vámonos que son las nueve,
quedan tres horas y sois dos-dijo Raquel tirando de su hermana.
Reímos por las caras de los novios y
nos fuimos. Al llegar al piso un montón de recuerdos nos inundaron:
El día que vinimos Isa y yo a verlo antes de comprarlo, el día que
vinimos con Laura a traer los muebles y alguna de nuestras cosas, el
día de la sorpresa a los chicos, mi primer beso con Carlos... Muchas
cosas hemos pasado en ese piso, por eso decidimos que Isa y Laura se
prepararan allí para la boda
Esa boda sería para recordar y
especial ya que no iba a ser una boda normal, sino una boda doble.
Aun recuerdo cuando decidieron casarse los cuatro juntos...
*Flashback*
Estábamos todos
reunidos en la casa de las afueras, después de que los chicos nos
cantaran, cada una abrazando a su novio. Éramos felices con ellos y
la pequeña Sara, que era la adoración de todos. De pronto, Dani y Laura
llamaron nuestra atención.
-Chicos, Laura
tiene algo que deciros-dijo Dani-.Venga Lau.
-¿Cómo?-lo miró
sorprendida-¿Por qué yo?
-Porque has sido
tú la que ha propuesto que se lo digamos-respondió él.
-Pero es de los
dos y si no me vas a ayudar a decírselo, yo no digo nada-se hizo la
indignada.
-Entonces no les
decimos nada y listo-se encogió de hombros.
-Ei, ei, ei-dije
mirándolos-.Ya que habéis empezado, terminad.
-Eso, no nos
dejéis con la intriga-añadió Isa.
-Está bien-rió
Dani pasándole un brazo por los hombros a Lau-.Nos ha dado envidia
de Isa y Blas, así que nosotros...
-¡¿También vais
a tener un bebé?!-le cortó Raquel abriendo mucho los ojos.
Rápidamente todos
miramos a Laura.
-¡No! No es
eso-dijo muy sonrojada-.Nosotros también nos vamos a casar.
-¿Enserio?-nos
sorprendimos-¡Enhorabuena!-nos tiramos encima de ellos para
abrazarlos y felicitarlos.
-¿Os imagináis
que os casáis los cuatro a la vez en vez de escoger dos fechas para
las bodas?-soltó de repente David.
-Estaría bien
porque así no tendríamos que comprarnos dos vestidos-bromeó
Ainhoa.
-No es mala idea,
¿no?-dijo Blas mirando a Isa, Dani y Lau.
-A mí me
gusta-dijo Dani-.¿Y a vosotras?
-No, a mí no me
gustaría-dijo Isa rotunda.
-A mí
tampoco-dijo Laura igual de seria y después se miraron entre ellas
bajo la atenta mirada de todos nosotros.
-¡NOS
ENCANTARÍA!-gritaron a la vez y se abrazaron.
-Qué tontas
sois-reímos tras el comentario de Raquel.
*Fin del
flashback*
-Clara te has
quedado pensativa-me dijo Ainhoa.
-Sí-sonreí-.Estaba
recordando todos los momentos que pasamos aquí en el piso y luego
todas juntas.
-Son muchos
momentos desde que nos conocemos y después nos volvimos a unir-dijo
Raquel.
-Y siempre
juntas-añadió Ainhoa.
-Lo he dicho, lo
vuelvo a decir y siempre lo diré-dijo Laura-.Vosotras sois mis
hermanas.
-Siempre estaremos
así, unidas como las hermanas que somos. Digan lo que
digan-determinó Isa-.Una para todas y todas para una.
-¡Amén!-exclamamos
y reímos.
-Os quiero mucho,
chicas y agradezco haberme querido independizar y venirme a vivir
aquí para poder estar más cerca de Raquel-dijo Ainhoa-.Así fue
como nos conocimos y no me arrepiento de ello.
-Jo, qué mona
eres-puse un puchero mientras me emocionaba.
-Clara, el
embarazo te está afectando, tú no eres así-rió Raquel mientras me
abrazaba.
-Bastante-llevé
una mano a mi tripa.
-Por cierto,
hablando de eso...-dijo Isa mirándome con los ojos entrecerrados-¿Se
lo has dicho ya a Carlos?
-No, casi se lo digo pero él me contó lo de Silvia y ya después no tuve mucho ánimo para hablar de nada-puse una mueca bajando la mirada.
-No, casi se lo digo pero él me contó lo de Silvia y ya después no tuve mucho ánimo para hablar de nada-puse una mueca bajando la mirada.
-Ese tema... Mejor
ni la nombramos-dijo Raquel.
-Mejor...-dijo
Laura.
-Bueno señoritas,
vamos a a ir preparándoos que son las nueve y cuarto-nos apremió
Ainhoa.
Echamos las
cortinas, ya que sería en el salón donde las novias se vestirían,
ya que allí había más espacio tras haber apartado los sofás y la
mesa. Echamos los vestidos en los sillones para que no se arrugaran y
comenzamos a peinarlas. Raquel peinaba a Isa mientras Ainhoa peinaba
a Lau y yo preparaba todas las cosas, el maquillaje y nuestros
vestidos para que no se arrugaran.
-Chicas-dije un
poco pensativa-, ¿os puedo pedir un favor?
-Claro, el que
quieras-dijo Isa.
-¿Me podéis
ayudar a decirle a Carlos que estoy embarazada?-las miré.
-Claro, pero...
¿Por qué no mejor que lo averigüe él?-Raquel sonrió
perversamente.
-¿Qué se te
ocurre?-pregunté curiosa y me contó su idea.
No era mal plan y
aparte, la que tenía que darle la noticia tenía que ser yo, ellas
no podían decirlo por mí porque sé que a él le gustaría que
fuese yo quién se lo dijera.
Una vez terminadas
de peinar, me puse yo y Raquel me peinó mientras Laura peinaba a
Ainhoa e Isa iba a por algunas cosas. Cuando acabaron conmigo, pasé
a ayudar a maquillar a Laura mientras Isa peinaba a su hermana.
Cuando todas estuvimos maquilladas, nos pusimos a ayudar a vestir a
las novias.
-¡Móvil!-exclamé.
-Es el mío-dijo
Isa y fue a cogerlo-.Mirad a mi princesa.
Blas le había
mandado una foto de Sara ya vestida para la boda. Estaba guapísima
con un vestidito celeste haciendo contraste con sus ojos y le habían
puesto un pequeño pasador con un lazo blanco recogiéndole el poco
flequillo que ya tenía hacia un lado. Estaba preciosa.
-Mi sobrina es la
niña más guapa del mundo y estoy segura de que el bebé de Clara
será precioso también-dijo Laura y yo le sonreí.
-Seguro-añadió
Ainhoa.
-Chicas...-dijo
Raquel y todas la miramos-Son las once y veinte si no nos damos prisa
no vamos a llegar.
-¡A
correr!-exclamamos.
Terminamos
de ayudar a vestir a las novias y mientras ellas se quedaban en una
de las habitaciones, nosotras tres nos vestimos a la velocidad de la
luz. Cuando acabamos, recogimos toda la ropa del salón y la llevamos
a otra de las habitaciones para que así, cuando llegaran los
padrinos a por las novias, no vieran nuestros sujetadores tirados por
el sofá.
Eran las doce
menos cuarto cuando el timbre sonó. Abrí y vi al padre de Laura y
al de Isa los dos muy elegantes vestidos con traje y corbata.
-Hola-los saludé
alegre.
-¡Qué guapa!-me
alagaron.
-Gracias-sonreí
tímida-.Pasad, las chicas os están esperando muy nerviosas.
-Estoy nervioso
hasta yo-confesó el padre de Laura.
-Hola-dijeron
Raquel y Ainhoa.
-Hola chicas,
estáis muy guapas-les dijeron.
-Gracias-sonrieron
ellas.
-Voy a por las
novias-dije.
Toqué en la
habitación y entré.
-¿Listas?-pregunté
sonriéndoles.
-Sí-respondió
Isa.
-Estoy muy
nerviosa-dijo Laura.
-Normal, cariño-le
di una mano a ella y otra a Isa-.Voy a aprovechar que el embarazo me
tiene un poco ñoña para deciros algo-me aclaré la garganta y las
miré-.Gracias por todo, por aguantarme, por apoyarme, ayudarme...
Gracias por ser mis hermanas-les sonreí-.A ti, enana, te conozco
desde peques y desde entonces somos inseparables. Me alegro de que
seas mi amiga porque eres una chica excepcional, Blas se lleva a una
enana revoltosa pero de un corazón enorme. Gracias por todo lo que
has hecho y sigues haciendo día a día por mí. Te quiero mucho.
-Gracias a ti-me
abrazó llorando-.Siempre has sido mi mejor amiga, mi hermana de no
sangre, y lo seguirás siendo por mucho. Gracias por estar a mi lado,
por apoyarme con mis rayadas, con mis idas de cabeza, con mi relación
con Blas, el embarazo... Son muchas las cosas que te debo. Gracias
por todo.
-Te permito que
llores porque el maquillaje es de los de agua que si no... ¡Te ibas
a enterar!-la amenacé riendo mientras yo también lloraba-.Laura, no
llores que aún a ti no te he dicho nada.
-Es que no puedo
evitarlo-rió secándose un poco las lágrimas-.Sois geniales las
dos, unas chicas muy especiales, y más para mí, y escuchar todo lo
que os habéis dicho... Jo-se quejó.
-Pues ahora
escucha porque también hay para ti-la señalé y ella sonrió-.A ti
te conocí después, pero ¿qué más da? Enseguida entramos en
confianza, me contaste tus cosas y escuchaste las mías. ¡Cómo si
nos conociéramos de toda la vida! Dani se lleva a la niña más
especial y buena del planeta. Gracias por todo y no cambies nunca
porque así es como te queremos.
-Gracias a ti por
aceptarme, por apoyarme, por darme ánimos, por hacerme ver, cuando
me bloqueo o digo que no, que sí que puedo y que hay que seguir
adelante. Si no fuera por vosotras hace mucho que me habría venido
abajo-me sonrió-.Y no me tienes que agradecer nada porque para eso
estamos las amigas, para estar siempre ahí tanto en los buenos como
en los malos momentos. Gracias a vosotras por seguir a mi lado, de
verdad, chicas, que sois muy especiales y mis hermanas.
Nos abrazamos las
tres llorando de nuevo.
-Chicas, tenemos
que irnos ya-dijo Raquel entrando-.No, ¿enserio? ¿Por qué lloráis
ahora? Os voy a matar.
-Es que te
queremos mucho, Raquel-dijeron Laura e Isa abrazándola a la vez.
-Yo también os
quiero, chicas-les devolvió el abrazo-.Pero ahora vamos que ya son
las doce.
-Ups-reímos y
salimos.
En cuanto salimos
y los padres de las chicas las vieron... Abrieron muchísimo los
ojos, estaban muy sorprendidos y ellas fueron a abrazarlos. Después,
bajamos con los bolsos, los ramos de las novias y poco más y
nos montamos en los coches. Isa y su padre iban en uno, Laura con el
suyo en otro y nosotras tres en el de Raquel. Estábamos un poco
nerviosas nosotras también y a mis nervios hay que sumar el tener
que darle la noticia a Carlos.
Llegamos
en poco más de cinco minutos, menos mal que el sacerdote era
simpático porque sino... ¡Dime tú! Primero bajamos nosotras,
después de haber aparcado, esperamos a las chicas para darles sus
ramos y entramos a la iglesia. Los chicos nos miraron y yo les
sonreí. Estaban guapísimos de traje y corbata y cada uno a un lado
del altar. En cada lado del pasillo que conducía al altar, habían
bancos y se habían dividido, la parte de la izquierda para los
invitados de Isa y Blas y la de la derecha para Lau y Dani. Yo me
senté en la izquierda junto a Javi que había venido con Mario y se
habían sentado con David y Raquel que se había sentado junto a su
chico. Carlos, Álvaro y Ainhoa se sentaron en el lado de la derecha
con Alejandra y Jesús. Cómo no sabíamos dónde sentarnos el día
que estuvimos ayudándolos con la organización de la boda, lo
hicimos a suertes, excepto Jesús y Raquel.
Después de media
hora, la ceremonia terminó con todas las chicas y Javi llorando.
Miré y pude ver a las madres de los novios, el padre y la abuela de
Lau llorando también.
Todos salimos fuera y esperamos a que salieran ellos para echarle el arroz. Se lo tiramos y gritamos eso de: '¡Beso, beso!'
Ambas parejas se besaron y pasamos a felicitarlos. Después nos fuimos al lugar donde seria el banquete mientras ellos se iban a hacerse las fotos.
*Carlos*
Me desperté oyendo el teléfono de mi chica, llevaba un buen rato sonando, lo cogí y miré la pantalla, era Raquel, lo dejé, a los dos minutos llamó Ainhoa... Lo volví a dejar y por fin dejó de sonar, me giré viendo a mi chica, la chica más increíble que jamás he podido conocer, y la única con la que quiero estar para siempre.
Comencé a acariciar su brazo y ella abrió los ojos.
-Buenos días-susurré con una pequeña sonrisa.
-Así sí que son buenos días-le devolví la sonrisa y se acurrucó en mi pecho.
-Tu móvil no ha parado de sonar, creo que son las chicas-le dije acariciándole el pelo.
-¿Ya? Jo, yo quería pasar algo más de tiempo contigo-puso un puchero.
-Conmigo puedes pasar todo el tiempo del mundo, pero creo que deberías comenzar a prepararte porque las novias estarán muy nerviosas-le di un beso en la cabeza.
-¿Muy?-me miró con las cejas alzadas-Yo creo que deben estar subiéndose por las paredes.
Reímos y le di un pequeño beso, a lo que gruñió.
-¿No puedo darte un beso?-pregunté con cara de pena.
-No es eso, es que ya que ibas a robarme un beso, róbame uno de verdad, jo-se quejó.
Reí y la besé con mayor intensidad.
Ambos nos levantamos y ella se fue a la ducha.
Clara últimamente estaba bastante extraña, no parecía la misma, estaba más sensible, incluso parecía hinchada... Puede que se haya resfriado, debería vigilarla más de cerca.
Cuando salió de la ducha desayunamos y las chicas no tardaron en venir a por ella.
Me tiré en el sofá un par de minutos.
Después me levanté y me dirigí a la ducha, tras ducharme llamé a David y a Álvaro y los tres decidimos ir a casa de Dani y de Blas a por ellos, ya qué, habíamos quedado en arreglarnos todos juntos en casa de Blas o en la de Dani dependiendo si Sara estaba con su abuela ya o no.
Recogí primero a David.
-Buenos días- me saludó al subir en el coche.
-Buenas- contesté mientras ponía en marcha el motor del coche de nuevo.
Fuimos a por Álvaro, quien se había quedado dormido, después fuimos a casa de Dani, este aún no había salido de la ducha....
-¡Venga ya Dani!- le grité desde el salón.- ¡Eres un tardón!
-Joer... Ya voy...- dijo saliendo de la ducha.
Los cuatro fuimos a casa de Blas y nos abrió él con Sara en brazos.
-¡Anino!- dijo mirando a Dani.
-¡Princesa!- exclamó Dani mientras la cogía en brazos y le daba un beso en la mejilla.
-¿Aún no ha llegado tu madre?- preguntó David.
-No... Me acaba de llamar diciendo que al final llega más tarde...- dijo cabizbajo, se le notaban los nervios.
-Ei, tranquilo, ya verás que va a salir genial- dije.
-Ya lo se, esto es lo que quiero, estar con ella para siempre... Pero no puedo evitar estar nervioso...
-Igual que yo- dijo Dani.
-¡Ito Carlos!- exclamó Sara estirando sus brazos hacia mí.
La cogí en brazos y le di un beso en la cabeza.
-Mira que eres bonita- le dije.- Me encantan los bebés.
-Más te vale- dijo Álvaro.
-¿Qué?- le miré sorprendido.
-Nada, vamos a arreglarnos- dijo David.
Decidimos arreglarnos por turnos para tener vigilada a Sara, aunque Blas decía que no era necesario, Chiqui estaba encerrado en el patio, según Blas estaba castigado por haberle quitado un zapato esta mañana. Pobre.
Cuando nos arreglamos, Blas me llamó para que le ayudase a vestir a Sara... Algo que me sorprendió.
Dani nos acompañó.
Más que ayudarle parecía que me estaban enseñando como vestir un bebé.
Blas peinó a su hija y entonces cuando ya estábamos todos listos, la madre de Blas y la de Isa llegaron...
Cogí a la peque en brazos otra vez.
-Sara, ¿como es el tito Carlos?
-Eo- dijo riendo.
-¿Feo?- me sorprendí.
-zi- dijo tapándose la boza con con las manos mientras reía, David comenzó a reír ya que estaba ahí.
-¿Y qué es el tito David?
-Onto- David se quedó sorprendido y yo reí.
-¿Y tito Álvaro Sara?
-umm- se puso la mano en la barbilla y puso cara de pensativa- Varo.
Dani y Blas comenzaron a reír mientras llegaban al salón.
-Sara, ¿que es padrino?- pregunté.
-Apo y mu isto- dijo sonriendo.
-¿Y papá?- pregunté.
-Apisimo y isto- dijo la peque riendo.
Álvaro, David y yo miramos a Dani y Blas que estaban riéndose al otro lado del salón.
-Ya vemos lo que hacéis cuando os aburrís...- dijo David.
-¿Nosotros?- dijo Blas haciéndose el tonto- Eso lo ha aprendido ella solita.
-Sí, ya...- dije.
-Sois lo que dais a ver- dijo Dani.
-Ya veremos si somos lo que vemos cuando os valláis de luna de miel- dije.
-¡Princesa ataca!- le dijo Dani.
Sara se giró hacia mí y levantó los bracitos- ¡Bu!- sonreí la abracé y le di un beso en la mejilla, Sara se giró hacia Dani- Anino... No no... Sara no ataca...
Todos empezamos a reír y Dani cogió a la pequeña.
-Es que eres la princesita más preciosa y más perfecta del mundo- la abrazó y le hizo cosquillas a lo que la pequeña rió.
Nosotros nos levantamos, porque ya era bastante tarde y debíamos llegar a la iglesia.
-Vamos anda, o llegaréis tarde a vuestra propia boda... y no es plan- dijo Álvaro.
Nos dividimos en dos coches, Dani, Álvaro y David con la madre de Dani en uno y en el otro, Blas, Sara, la madre de Blas y yo.
Al llegar a la iglesia, vi como a mis amigos les temblaban las piernas, debe producir bastantes nervios casarse...
Me encantaría casarme con Clara más adelante, tener nuestros hijos...
Me quedé mirando a la nada mientras pensaba en mi futuro con Clara.
Las chicas llegaron, estaban realmente preciosas.
Por fin acabó la ceremonia y, mientras los novios se sacaban fotos, nos fuimos al banquete.
Clara estaba bastante nerviosa, sabía perfectamente cuando mi chica estaba nerviosa, o cuando le pasaba algo.
-Clara, ¿estás bien?- le pregunté.
-No, se siente hinchada- dijo David y todos rieron por lo bajo mientras mi chica se sonrojaba.
-¿Qué..?- me quedé algo pillado.
-Qué tiene un poco más de barriga.- Dijo Raquel.
-¿Y qué pasa?- pregunté extrañado.
-Nada, solo que la tripita puede traer sorpresita- dijo Álvaro.
-¿Qué?- No quería creérmelo, me estarían gastando una broma.
-Tío, que no te enteras de nada, eres más tonto que Álvaro- dijo David.
-Oye, sin pasarte.- Le advirtió.
-Venga, si en realidad lo sabes, ¿no ves a Clara algo más cambiada?
-Ahora es cuando me decís que Clara está embarazada ¿no?
-Sí- me contestaron todos.
Empecé a reír, creo que fueron, una mezcla de nervios y de incredulidad...
-Carlos, no es...- La llegada de los novios cortó a mi chica.
Los novios se sentaron en la mesa del centro rodeados por sus padres.
Nosotros estábamos en otra mesa.
La cena transcurrió tranquila, pero yo seguía dándole vueltas a aquello que los chicos intentaban que yo me creyese.
Pero... ¿y si era verdad?
No podía ser ¿no? ¿o sí?
Los novios se acercaron a la mesa de tartas y la cortaron, era lo primero que ambas parejas harían como marido y mujer, con sus respectivas parejas.
Raquel fue a la mesa de los novios y cogió a Sara.
-¡Ito Arlitos!- me llamó extendiendo sus bracitos hacia mí.
Yo la cogí en brazos.
-Ve acostumbrándote- me dijo Raquel.
La miré mal.
-Ito Astelito- miró a David y sonrió.
Este la cogió en brazos.
Las parejas salieron a bailar, bailaron a thousand years de Christina Perri.
http://www.youtube.com/watch?v=9RbcR_KSRB8
Fue precioso, se les veía de una forma deslumbrante.
Después de bailar su primer baile, salimos los demás.
Saqué a Clara y bailamos otra balada.
Me cambié de pareja y bailé con Laura.
-Ei Rubia- le dije- Enhorabuena- le sonreí- Ya era hora, os merecéis estar juntos para siempre, Dani te quiere y ahora es para siempre tuyo, bueno, yo tampoco soy mucho de cosas melosas desde nunca, pero, quiero que sepas que me ha encantado haberte conocido, me caíste bien desde el primer segundo en el que te vi en Londres y te aseguro que no cambiaría nada, porque ha sido genial tenerte como amiga- Laura comenzó a llorar y me abrazó.
-Gracias.
-No las des, y no llores- sonreí de nuevo.
-En serio, gracias, eres increíble rubio, a mi también me ha encantado haberte conocido, eres una de las personas más maravillosas que han podido aparecer en mi vida.
Hubo otro cambio y me adelanté a bailar con mi Bella.
-Hola mi Bella- le dije sonriendo.
-Hola mi Edward- sonrió ella.
-Siempre voy a tenerte un cariño muy especial, no por haber estado enamorado de ti, que eso ya es pasado, sino porque desde el primer momento en el que nos conocimos en Londres te convertiste en mi mejor amiga y pude confiar en ti, fuiste más que una amiga, fuiste como una hermana para mí, creo que eso fue lo que nos confundió un poco- vi como sus ojos comenzaban a empañarse y los míos les iban a seguir- No me gusta verte llorar.
-A veces no se llora por dolor- me abrazó y me besó la mejilla- yo también te tengo cariño, eres mi mejor amigo, eres más que eso, siempre serás algo importante en mi vida, y espero que siempre estemos como ahora.
Seguimos bailando un rato hasta que Isa se separó un poco de mí y miró a Blas y Clara que bailaban cerca de nosotros.
-Creo que Clara tiene algo importante que decirte.
-¿Tu también?- me sorprendí.
-¿Como yo también? Carlos, no es un , yo también, esto es de verdad, este momento es uno de los más importantes de vuestra vida y Clara lo está viviendo sola porque no te quieres dar cuenta, aunque creo que sí lo sabes ya ¿no?
Abrí mucho los ojos y los dos nos acercamos a Clara y Blas que bailaban con Sara sonrientes.
-Anda, vamos a bailar con nuestra princesita- dijo Isa tirando de Blas y Sara.
Los tres se marcharon a bailar al centro de la pista y yo puse mis manos en la cintura de Clara, ella puso las suyas en mi cuello y me miró a los ojos.
-Estoy preparado.- dije casi en un susurro.
-¿Qué?
-Estás embarazada ¿verdad?- ella me miró con una sonrisa, que por mucho que le di vueltas más tarde, jamás pude descifrar que decía- vamos a ser papás- dije con un hilo de voz
-Carlos ¿estás bien, cariño?
-Sí... pero creo que voy a sentarme un minuto...- dije mareado.
Clara sonrió comprensiva y David que estaba ahí bailando con Raquel me ayudó a llegar a una silla, pronto se volvió a bailar con su chica y yo me quedé con Clara en una mesa.
-¿por qué no me lo dijiste?
-Lo intenté...
Suspiré.
-De acuerdo- dije- Bien... yo..
-Carlos, por favor, no me hagas esto- me dijo mirándome con los ojos cristalizados.
-¡No!- me incorporé de golpe y me puse a su lado.
Ahí lo tuve todo claro, estaba esperando un bebé, nuestro bebé, al que debía proteger con mi vida si era necesario. Ahora la había hecho llorar, y eso no era nada justo, ella era mi chica, la quería, era la persona con la que quería estar para siempre y esto no era nada justo.-No pienso dejarte sola, te amo, quiero que estés conmigo para siempre, el bebé solo nos unirá más, y lo afrontaremos juntos, además, según Blas e Isa es algo increíble y seguro que sale precioso, mira a su madre- conseguí que sonriese, ahora lo tenía todo cristalino... Ella era todo lo que yo necesitaba, lo que quería y quería compartir con ella el resto de mis días.
Me arrodillé ante ella y cogí su mano.
-No tengo ahora mismo ningún anillo... Pero- cogí mi pulsera amarilla y se la puse en la muñeca- esto servirá de momento- dije mientras ella me miraba algo sorprendida- Clara, todavía me queda toda una vida por delante junto a ti, pero me gustaría pedirte algo más, algo que me he dado cuenta que...- sonreí nervioso y volví a mirar sus ojos castaños-Clara ¿querrías ser mi esposa y pasar el resto de nuestras vidas juntos?