*Laura*
El mes se pasó más rápido de lo que hubiera deseado, los chicos ya se
tenían que ir a My Camp Auryn. Era una gran oportunidad para pasar tres días
con sus fans.
Estaba en casa de Dani, me había pedido que lo ayudara a preparar sus
cosas, aunque más que preparar, hacíamos el tonto.
Terminamos y mi móvil sonó, era un WhatsApp del grupo Amores
Raquel: Tenemos que hacer quedada estos días, que los chicos no están
Isa: ¿Ha pasado algo?
Raquel: Nada fuera de lo normal, solo que cierta personita tiene algo que
contarnos, ¿verdad Ainhoa? ¬¬
Lau: ¿Qué ha pasado? :O
Ainhoa: Nada, Raquel es una exagerada y piensa las cosas de una manera que
no son
Raquel: Si, encima tendré yo la culpa...
Ainhoa: Es que no ha pasado nada para que estés así
Isa: Un momento que no me entero, ¿de qué habláis?
Raquel: Lo hablamos cuando estemos todas juntas, ahora estaréis con
vuestros chicos y tampoco es plan de que ellos se enteren
Ainhoa: Y dale... ¡Que no ha pasado nada!
Lau: Bueno, eso lo decidiremos nosotras ¿no? xD
Isa: Eso digo yo también jajaja
Ainhoa: Que no es nada del otro mundo y ni fuera de lo normal ¡jo! -.-'
Cuando estaba más concentrada en la conversación, unos brazos me rodearon
la cintura desde atrás y me dio un beso en la mejilla.
-Dani un momento que estoy ocupada-dije esperando a ver si alguna de las
chicas decía algo más.
-Prefieres al móvil antes que a mí-dijo poniendo un puchero.
-No-me di media vuelta para quedar frente a frente con él-.Pero ahora
estoy en una conversación importante.
-¿Enserio? O sea, ¿te molesto?-preguntó mirándome serio.
-No he dicho eso-dije.
-Pero lo has pensado-dijo un poco molesto.
-No-respondí.
-Pues deja el móvil y atiéndeme a mí-dijo como un niño pequeño.
-Un momento-dije.
-¿Ves?-saltó molesto y se apartó de mí.
-¿Te has picado?-dije acercándome a él.
-No...-miró hacia otro lado.
-Te has picado-afirmé.
-He dicho que no-dijo serio y sin mirarme.
-Anda, sonríe un poco que no me gusta verte así-dejé el móvil en la mesa,
me acerqué a él y puse mis manos encima de sus brazos cruzados.
-Ahora no te hagas la buena-dijo mirándome.
-Dani vamos, siempre estás picado-dije.
-No es verdad-se quejó.
-Picón-le dije.
-No me llames así-volvió a quejarse. Sonreí.
-Picón-le susurré cerca de la cara y le di un beso en la mejilla.
-No vas a conseguir nada así-dijo firme.
-¿Vas a seguir enfadado durante mucho rato?-pregunté.
-No sé, pero por ahora... ¡Te confisco el móvil!
Lo cogió y salió a correr por el pasillo hasta su cuarto.
-¿Qué? No, devuélveme el móvil ahora mismo-corrí tras él.
Tenía la puerta cerrada y la había atascado para que no entrara.
-Daniel Fernández Delgado, abre la puerta y dame el móvil-dije.
-¿Por qué, tienes algo que no quieres que vea?-preguntó.
-Vaya, veo que se te ha quitado lo enfadado y te ha entrado lo
bromista-dije molesta-.No, no tengo nada que no puedas ver, además, te sabes la
contraseña y todo. Así que sal y dame el bendito móvil.
-Mmm... Deja que me lo piense-estuvo varios segundos en silencio-. ¡NO!
-¿Por qué?-pregunté sorprendida.
-Porque le haces más caso a él que a mí-me reprochó.
-Dani, pareces un crío, anda sal y prometo olvidarme del móvil y pasar lo
que queda de día contigo.
-Vale, ahora salgo, dame un momento-dijo.
-Está bien-respondí y me fui al salón a esperar a que él decidiera salir.
Me senté en el sofá y estuve mirando un punto fijo cuando...
-Bu-me susurró y pegué el mayor bote del siglo.
-¿Por qué haces eso?-me quejé sobresaltada aún.
-Me divierte-se encogió de hombros sentándose a mi lado.
-No debería-dije poniendo cara de enfado.
-¿Por qué no?-preguntó mirándome-Reconoce que eres tan picona como yo-se
puso chulito.
-Eso no es verdad-me molesté un poco.
-Vamos, no te hagas de rogar que sabes que es verdad-dijo.
-No-pensé un poco-.Bueno, puede que algo, pero muy poco-susurré.
-¿Qué?-preguntó con cara de arrogante.
-No lo voy a repetir-dije muy digna yo.
-Picona-exclamó riendo.
-Mira quién fue a hablar-dije haciéndole burla.
-El guapo, inteligente y perfecto, yo-dijo orgulloso.
-Aquí huele a egocentrismo-me tapé la nariz e hice un gesto con la mano.
-Qué va, huele a belleza-contestó-
-¿A mi belleza?-pregunté.
-Creída-me sacó la lengua.
-Mira quién fue a hablar, de nuevo-le dije.
-Picona-me dijo acercando su cara a la mía.
-Se me ha pegado de ti, cielito-le hice un guiño.
-No creo que me hayas hecho eso-dijo sorprendido.
-¿El qué?-pregunté extrañada.
-Lo que me has hecho-respondió-.Pagarás las consecuencias.
-¿Consecuencias? ¿A qué te refieres?-pregunté poniéndome en guardia.
-Ya lo verás-dijo poniendo cara de pillo-.Tienes tres segundos para
correr y esconderte si no te cojo antes.
Lo miré sin comprender, pero en cuanto comenzó a contar, corrí. No me dio
tiempo a llegar a ningún lado ya que me cogió por la cintura y me levantó en el
aire. Empecé a decir que me soltara, pero pasaba de mí y se reía, el muy
gracioso. Llegamos a su habitación y me soltó en la cama, se echó sobre mí y
comenzó a hacerme cosquillas.
-¡No! Dani para-pedí entre risas-. ¡Por favor!
Después de un rato, paró y se echó a mi lado.
-Eres un perro conmigo-dije recuperando el aire.
-No, me gusta picarte que es distinto-respondió poniéndose de lado y
mirándome.
-Es lo mismo-dije mirando hacia el techo ya que yo estaba boca arriba.
-No, porque si fuera perro, dejaría que te mosquearas conmigo, pero no
voy a dejarte así.
-¿No? ¿Y qué vas a hacer?-lo miré.
Dani acercó su cara a la mía y rozó su nariz con la mía. Cerré los ojos y
él acarició, con su dedo, mis cejas, mi nariz, mis mejillas, mis labios y me
dio un beso en la mejilla. Abrí los ojos, le sonreí y me devolvió la sonrisa.
Me puse de lado y él cerró los ojos. Empecé a acariciarle la nariz, las cejas,
las mejillas, la pequeña cicatriz de su mejilla derecha y sus labios. Me quedé mirándolo,
¿cómo podía quererle tanto? Fácil, siempre estaba intentando sacarme una
sonrisa aunque le encantaba picarme. Escondí la cara en su cuello y él pasó sus
brazos alrededor de mí abrazándome.
No sé cuánto tiempo pasó, pero creo que me quedé dormida. Abrí los ojos
un poco desorientada y me lo encontré mirándome.
-Hola-susurró con una pequeña sonrisa.
-Hola-le respondí igual-.Me he quedado dormida-dije un poco avergonzada.
-Sí-rió.
-¿Por qué no me has despertado?-pregunté.
-Porque me encanta verte dormir-respondió.
-¿Y eso?-pregunté curiosa.
-Porque duermes tranquila y eso significa que te sientes segura a mi
lado-contestó.
-Es bonito, pero no tiene mucho sentido ¿no?
-Ya te lo dije, tú me nublas los sentidos y los pensamientos estando
cerca-me sonrió.
-Me gusta tu sonrisa-dije para esconder que me había sonrojado.
-A mí me gustan tus ojos-dijo.
-¿Esto se va a convertir en una carrera a ver a quién le gusta más cosas
del otro?-pregunté riendo.
-Sí, pero gano yo porque me gusta todo de ti-me sacó la lengua.
-No, gano yo-dije como una cría.
-No-se acercó a mí-.No cambiaría nada de ti, eres perfecta y espero estar
a tu altura-dijo acariciándome la mejilla.
-Lo estás y de sobra, soy yo la que no te llega ni a la suela de los
zapatos-dije cabizbaja.
-No digas eso, si eres la chica de la que me enamoré es por algo, ¿no
crees?-preguntó.
-Si supieses cuánto te quiero-lo abracé.
-Me hago una idea porque te quiero tanto o más-me abrazó más fuerte-. ¿Te
acuerdas de la primera vez que nos vimos?
-Sí, pasé una vergüenza... Y tú te reíste de mí-lo acusé con los
ojos entrecerrados.
-Es que me hizo gracia ver cómo me mirabas tan descaradamente y después
te sonrojaste cuando te sonreí, pensé que te lanzarías hacia mí-dijo.
-Pero si al principio casi ni quería estar con vosotros, me daba
vergüenza-dije.
-¿Cuándo empezaste a sentir algo por mí?-preguntó mirándome.
-A gustarme, desde el principio. A quererte... Cuando te presentaste en
el pueblo, aquel día que me besaste, me pediste que fuera tu novia y te
enfadaste por el WhatsApp que me mandó Jesús diciendo que era mi novio-contesté
y reí-. ¿Y tú?
-Me gustaste desde el primer momento en el que te vi en el aeropuerto,
después, cuando Isa se nos acercó en la piscina del hotel, le pregunté por ti,
quise saber cosas de ti, conocerte.
-Y lo conseguiste-reí.
-Sí-rió también-.Y a quererte... La noche que besaste a Álvaro, me moría
de celos. Pero me di cuenta cuando os fuisteis, empecé a echarte de menos nada
en cuanto pasaste la puerta de abordaje y cuando te volví a ver en la firma de
Málaga, me sentí feliz por volverte a ver. Pensaba que no volveríamos a vernos
y mira.
-Sí, ahora no podemos despegarnos el uno del otro-le sonreí.
-Y ni quiero-pegó su frente a la mía.
-¿Te estás dando cuenta de lo ñoños que nos estamos poniendo?-pregunté.
-Sí, pero me gusta que de vez en cuando nos pongamos así-respondió.
-A mí también-sonreí y lo volví a abrazar.
-Te quiero mucho pequeña.
-Y yo a ti también te quiero mucho mi vida-sonreímos y me besó.
-Eso de mi vida me ha gustado-sonrió pícaramente y me sonrojé.
Pasamos el resto del día así, entre besos y mimos. Me pasé todo el día
siguiente buscando mi móvil, hasta que desistí y decidí llamarme con el móvil
de Isa.
-¿Sí?-respondieron al otro lado.
-¿Álvaro?-pregunté extrañada-¿Qué haces tú con mi móvil?
-Hola-dijo-.Lo he escuchado sonar en la maleta de Dani, lo he llamado y
me ha pedido que contestara yo porque está en el baño.
-Ah, mira dónde había escondido el móvil el muy gracioso-dije y Álvaro
rió-. ¿Qué tal os lo estáis pasando?
-Para ser el primer día, genial. Me encantan nuestras fans, son geniales
y nos han regalado un montón de cosas-dijo feliz.
-Me alegro, vuestras Auryners os adoran-dije.
-Y nosotros a ellas-dijo-.Dani ha salido ya del baño, ¿te lo paso?
-Vale, un beso y que os sigáis divirtiendo-dije.
-Gracias, un beso-se despidió.
-Hola-dijo Dani feliz.
-Así que no se te ocurrió otro sitio dónde esconder el móvil que tu
maleta, ¿no?
-La verdad es que no y se me olvidó sacarlo-contestó.
-Muy gracioso, me he tirado todo el día buscando el dichoso móvil y
Raquel me debe haber llamado unas mil veces y mandado un millón de
WhatsApp’s-dije.
-¿Perdón?
-Tonto.
-Pero me quieres tanto como yo a ti-dijo.
-Sí-me di por vencida, no me duraría un enfado con él y menos si
estábamos distanciados por un par de días más-.Os lo estáis pasando bien por lo
que me ha dicho Álvaro, ¿no?
-Bien se queda corto-respondió-.Pero también tengo ganas de verte.
-Y yo a ti, pero ya solo quedan dos días. Pásatelo muy bien y mándales
saludos a los chicos de mi parte.
-Vale, ¿ya vas a colgar?
-Sí, creo que Isa va a querer llamar a Blas y no quiero gastarle tanto
saldo-respondí.-Te quiero.
-Yo te quiero más.
Nos despedimos y colgamos. Al día siguiente, las chicas y yo fuimos al
cine a ver tengo ganas de ti y el último día, hicimos quedada de chicas en
nuestro piso.
-Bueno, creo que ya hemos dejado aislado el tema por bastante tiempo,
¿no?-preguntó Clara.
-Eso-dije yo intrigada.
-No es nada...-comenzó Ainhoa.
-Esta señorita ha estado saliendo con el señorito Gango-la cortó Raquel.
-¿Enserio?-preguntó Isa-Eso es genial.
-¿Genial? Solo somos amigos y me cuenta sus cosas, sí, pero ya está-dijo
un poco cabizbaja.
-Pero por algo se empieza-dije.
-Nosotros no vamos a empezar nada, a él le gusta otra chica y está rayado
por esa otro chica-dijo.
-¿Sabes quién es esa chica?-pregunté.
-Sí-suspiró.
-¿Podemos saber quién es?-preguntó esta vez Raquel.
-Silvia.
-¡¿Cómo?! No, a Álvaro no puede gustarle Silvia, esa es una arpía y él no
puede ser tan tonto de haberse fijado en esa-se alteró Isa.
-Isa, tranquila-le dijo Clara.
-No me tranquilizo, eso tiene que ser una broma-dijo.
-¿Por qué dices eso?-preguntó Raquel.
-Porque esa se está metiendo entre Blas y yo-respondió.
-Será bruja-saltó Ainhoa.
-Y a Dani le manda WhatsApp’s casi todos los días-dije.
-¿Y él qué hace?-preguntó Clara.
-Pasar, nunca coge el teléfono si es ella-respondí.
-Hace bien-dijo Isa.
-A David que ni se le acerque-dijo Raquel.
-Como esa se acerque a mi Carlitos... ¡Que se prepare!-dijo Clara con
cara de asesina.
La verdad era mejor no meterse con Clara ni con la gente a la que quería
si no querías acabar mal.
-Tranquilas, que ya tiene a Álvaro para hacer lo que quiera con él-se
vino abajo.
Todas nos acercamos a ella y la abrazamos.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-dije y asintió.
-¿A ti te gusta Álvaro?-preguntó Isa.
Ainhoa asintió y bajó la mirada. La pobre lo estaba pasando mal.
-Oiga señorita, ¿ahora nos podrá decir dónde se ha estado metiendo estos
días que desaparecía porque sí?-preguntó Raquel con voz de madre regañona y
todas, incluida Ainhoa, reímos.
-Viendo a mi hermano-respondió con una pequeña sonrisa.
-¿Es guapo tu hermano?-preguntó.
-¡Raquel!-dijimos todas.
-¿Qué?-preguntó mirándonos.
-Que tú ya tienes a David-dijo Isa.
-Lo sé-se encogió de hombros-.Ahora respóndeme.
-Sí, es guapo-respondió.
-¿Qué edad tiene?-volvió a preguntar.
-Raquel-dije sorprendida.
-Un momento-dijo.
-Tiene 29 años, mujer y un hijo de dos años-respondió-. ¿Por qué?
-Jo-se quejó poniendo una mueca-.Es que podrías usar a tu hermano para
darle celos a Álvaro para que espabile y deje a la arpía asquerosa esa de
Silvia y se fije en ti.
-No creo que...-comenzó, pero Clara la cortó.
-Es una buena idea, pero el problema está en a quién puedes usar para
darle celos.
-No quiero usar a nadie, eso está mal-dijo.
-Si la otra persona también quiere, no sé dónde se le ve el problema-dijo
Raquel.
Estuvimos pensando en quién podría ayudar, pero no se nos ocurría nadie.
Al día siguiente, estuvimos ayudando a Isa y Blas con la mudanza y, en
cuanto acabaron, nos fuimos la piso que ahora sería de Clara y mío y nos
sentamos en el sofá a estar todos juntos un rato.
-Yo tengo una pregunta-dijo David.
-Dila-dijo Álvaro.
-Bueno, más bien dos...-dijo algo pensativo.
-Suéltalas de una vez-le dijo Raquel.
-La primera va para Álvaro y Ainhoa-los miró.
-Di-dijeron a unísono.
-¿Estáis saliendo a escondidas?-ambos se pusieron rojos y Ainhoa bajó la
mirada.
-No-dijo Álvaro un poco nervioso.
-Y la otra... para mi cuñadita y para mi amigo Blas-puso una mirada
pícara.
-Dispara-le dijo Isa.
-¿Seguís disfrutando tanto de la noche ahora que estás embarazada?-los
miró pícaro y los dos se sonrojaron mientras todos reíamos. Raquel, le dio un
golpe en la cabeza- ¡Au!-se quejó.
-Eso por tonto-le dijo.
-Y esto por pervertido-Dani también le dio.
-Y esto por pegar a tu amigo-le di a Dani igual que él a David.
-No me pegues-me puso un puchero.
-No le pegues-señalé a David.
Dani acercó su cara a la mía y comenzó a besarme como siempre, como
si no hubiera nadie más con nosotros.
-¿Hola?-dijo Carlos interrumpiéndonos.
-Ups-me puse roja.
-Un poco más y te desnuda aquí mismo-me dijo Isa. Todos la miramos, se
había pasado un poco con eso.
-¿Y a ella no le pegas?-dijo David.
-No, es mi hermanita-dijo Raquel.
-JO... eso es que tenéis un complot contra mí...
-¿Quién?
-TODOS.
-Entonces también lo tienen contra mí-dijo Dani.
-No, contra mí...- David se hizo el ofendido.
Todos empezamos a reír, Isa le dio un beso a Blas en los labios.
-¿Y ahora que se supone que tenemos que deciros?-dijo Dani.
-Lo que quieras listo-le sacó la lengua-.Lo nuestro ha sido un beso
normal, lo vuestro no-le volvió a sacar la lengua.
-Blas, bésala para que podamos reírnos-dije.
Blas la besó.
-¿Contentos?-preguntó Blas.
Todos asentimos y empezamos a meternos unos con otros otra vez. Después de
un rato, habíamos hecho grupos para hablar. Yo estaba con Dani, él me tenía
abrazada por la cintura y me estaba hablando sobre My Camp.
-Oye, ¿no tienes algo que darme?-le pregunté mirando.
-No, ¿el qué?-se hizo el tonto.
-Lo sabes perfectamente, mi móvil-dije.
-Ah, es verdad-hizo como si acabara de acordar, se lo sacó del bolsillo
del pantalón y me lo dio.
Lo miré y tenía WhatsApp’s de mi primo.
Jesús: ¡Hola primaa! ¿Qué tal? Espero que bien :) Jejeje Verás, me voy a
ir unos días a Madrid y me preguntaba si podrías conseguirme un sitio dónde
quedarme, ¿puedes? Dime que sí anda. Bueno, veo que cuando estás con tu
amorcito no coges el móvil porque llevo toda la tarde intentando contactar
contigo y no hay manera -.-' En fin, llego el lunes sobre las ocho y media o
nueve, depende del tren que coja. Te quiero Lau. Un beso <3
Una bombilla se me encendió. Miré el reloj y eran las nueve menos cuarto.
Mi primo estaría a punto de llegar.
-Chicas, ¿me acompañáis?-dije levantándome y ganándome la mirada de
todos.
-¿A dónde?-preguntó Raquel.
-A la cocina a preparar la cena, ¿no tenéis hambre ya?
-Id vosotras, yo no tengo ganas de cocinar-dijo Isa.
-No, venga vamos todas-les lancé una mirada que terminaron pillando y me
acompañaron a la cocina.
-¿Qué pasa?-preguntó Clara una vez dentro de la cocina.
-Dentro de poco por esa puerta-señalé la puerta de la calle-aparecerá la
persona que nos va a ayudar con el tema Ainhoa y Álvaro.
-Pero yo ya he dicho que no...
El timbre sonó.
-¡Yo abro!-corrí hasta la puerta y la abrí-¡Primo!
-Hola prima-nos abrazamos.
-¿Qué tal?-pregunté mientras entrábamos.
-Bien ¿y tú?
-Bien.
Vio a las chicas y se acercó a ellas para saludarlas con dos besos.
Cuando iba a saludar a Ainhoa, se quedó mirándola.
-Hola guapa, creo que no nos han presentado, ¿no?
-No-respondió ella.
-Ella es Ainhoa, una amiga-dije metiéndome en la conversación-.Ainhoa, él
es Jesús, mi primo.
-Encantado-dijo él y le dio dos besos.
-Igualmente-dijo ella.
-Hola Jesús-dijo Álvaro con un tono que llamó la atención de todos.
-Hola chicos-se acercó a ellos y los saludó.
Al final pedimos pizzas y comimos todos juntos entre risas y las caras
raras que ponía Álvaro cuando Jesús le decía algo a Ainhoa y ella le hablaba
también. Si no supiera que a Álvaro le gustaba Silvia, juraría que estaba
celoso, aunque un poco de celos puede despertar a cualquiera y ojalá Álvaro
terminara sintiendo algo por Ainhoa, ella era una buena chica no como Silvia,
esa arpía no me gustaba un pelo.
Álvaro y David fueron los primeros en irse.
-¿Álvaro se va hasta Alcalá?-preguntó Dani.
-No, se queda con David-respondió Blas.
Las siguientes fueron Ainhoa y Raquel y un poco más tarde, Isa, Blas y
Carlos.
-Yo también me voy ya-dijo Dani-. ¿Nos vemos mañana?
-Claro-dije.
Lo acompañé hasta la puerta y se despidió de mí dándome un beso de esos
que tanto me gustaban. Cerré la puerta tras Dani y me senté en el sofá junto a
mi primo.
-No veas ¿eh primita?-dijo Jesús.
-¿Qué pasa?-lo miré.
-Que no veas como le has metido mano a tu novio mientras le
besabas-respondió Clara.
-No le estaba metiendo mano, solo le robaba el móvil-dije enseñándole el
móvil de mi novio. Ella puso cara de consecuencia-.Tranquila, no pasará nada.
-No, solo que se volverá loco buscándolo-ironizó-.Sabes que tu novio está
súper enganchado al móvil.
-Lo sé y por eso lo he hecho, él me robó el mío y ahora yo le he robado
el suyo-me encogí de hombros.
-Mañana atente a las consecuencias-dijo.
Nos quedamos un momento en silencio
-Jesús-lo llamé.
-Dime.
-¿Puedo pedirte un favor?-pregunté.
-Claro, dime.
-¿Puedes ayudar a Ainhoa a darle celos a Álvaro?-preguntó Clara al ver
que yo no sabía cómo decirlo.
-¿Más celos?-preguntó él extrañado.
-¿Cómo que más celos?-esta vez las extrañadas éramos Clara y yo.
-¿No habéis visto como me ha llamado la atención cuando estaba saludando
a Ainhoa? ¿O las caras que ha puesto mientras hablaba con ella? Eso son celos
en toda regla y eso que no conozco mucho a Álvaro-explicó.
-Bueno, pero necesitamos que la ayudes un poco más, porque a él le gusta
otra-dije.
-Una arpía de las buenas que le hace daño y se está metiendo entre Blas e
Isa-añadió Clara.
-Yo os ayudo siempre y cuando ella también quiera-nos dijo.
-Ella quiere-dijimos mi amiga y yo a la vez.
-Entonces trato hecho-dijo.
Clara y yo nos miramos y nos lanzamos unas sonrisas de complicidad.
Nos levantamos y acompañé a Jesús hasta la habitación que era de Isa, que
sería dónde él dormiría mientras estuviese en Madrid. Me fui a mi habitación,
me cambié y cuando me iba a dormir, el móvil de Dani comenzó a sonar.
-¿Sí?
-Sabía que lo tenías tú-dijo-.Me he vuelto loco buscándolo hasta que me
acordé de cómo me tocaste el trasero mientras nos besábamos cuando nos
estábamos despidiendo.
-Ups-reí.
-¿Ups?-repitió-. ¿Se puede saber por qué lo has hecho?
-La venganza es un plato que se sirve frío, cariño.
Y con las mismas le colgué. No sabía lo que me esperaba al día siguiente,
pero yo me dormí con una sonrisa por haberle devuelto la bromita a mi chico.