sábado, 27 de abril de 2013

Capítulo 54: La venganza es un plato que se sirve frío, cariño


*Laura*
El mes se pasó más rápido de lo que hubiera deseado, los chicos ya se tenían que ir a My Camp Auryn. Era una gran oportunidad para pasar tres días con sus fans.
Estaba en casa de Dani, me había pedido que lo ayudara a preparar sus cosas, aunque más que preparar, hacíamos el tonto.
Terminamos y mi móvil sonó, era un WhatsApp del grupo Amores
Raquel: Tenemos que hacer quedada estos días, que los chicos no están
Isa: ¿Ha pasado algo?
Raquel: Nada fuera de lo normal, solo que cierta personita tiene algo que contarnos, ¿verdad Ainhoa? ¬¬
Lau: ¿Qué ha pasado? :O
Ainhoa: Nada, Raquel es una exagerada y piensa las cosas de una manera que no son
Raquel: Si, encima tendré yo la culpa...
Ainhoa: Es que no ha pasado nada para que estés así
Isa: Un momento que no me entero, ¿de qué habláis?
Raquel: Lo hablamos cuando estemos todas juntas, ahora estaréis con vuestros chicos y tampoco es plan de que ellos se enteren
Ainhoa: Y dale... ¡Que no ha pasado nada!
Lau: Bueno, eso lo decidiremos nosotras ¿no? xD
Isa: Eso digo yo también jajaja
Ainhoa: Que no es nada del otro mundo y ni fuera de lo normal ¡jo! -.-'
Cuando estaba más concentrada en la conversación, unos brazos me rodearon la cintura desde atrás y me dio un beso en la mejilla.
-Dani un momento que estoy ocupada-dije esperando a ver si alguna de las chicas decía algo más.
-Prefieres al móvil antes que a mí-dijo poniendo un puchero.
-No-me di media vuelta para quedar frente a frente con él-.Pero ahora estoy en una conversación importante.
-¿Enserio? O sea, ¿te molesto?-preguntó mirándome serio.
-No he dicho eso-dije.
-Pero lo has pensado-dijo un poco molesto.
-No-respondí.
-Pues deja el móvil y atiéndeme a mí-dijo como un niño pequeño.
-Un momento-dije.
-¿Ves?-saltó molesto y se apartó de mí.
-¿Te has picado?-dije acercándome a él.
-No...-miró hacia otro lado.
-Te has picado-afirmé.
-He dicho que no-dijo serio y sin mirarme.
-Anda, sonríe un poco que no me gusta verte así-dejé el móvil en la mesa, me acerqué a él y puse mis manos encima de sus brazos cruzados.
-Ahora no te hagas la buena-dijo mirándome.
-Dani vamos, siempre estás picado-dije.
-No es verdad-se quejó.
-Picón-le dije.
-No me llames así-volvió a quejarse. Sonreí.
-Picón-le susurré cerca de la cara y le di un beso en la mejilla.
-No vas a conseguir nada así-dijo firme.
-¿Vas a seguir enfadado durante mucho rato?-pregunté.
-No sé, pero por ahora... ¡Te confisco el móvil!
Lo cogió y salió a correr por el pasillo hasta su cuarto.
-¿Qué? No, devuélveme el móvil ahora mismo-corrí tras él.
Tenía la puerta cerrada y la había atascado para que no entrara.
-Daniel Fernández Delgado, abre la puerta y dame el móvil-dije.
-¿Por qué, tienes algo que no quieres que vea?-preguntó.
-Vaya, veo que se te ha quitado lo enfadado y te ha entrado lo bromista-dije molesta-.No, no tengo nada que no puedas ver, además, te sabes la contraseña y todo. Así que sal y dame el bendito móvil.
-Mmm... Deja que me lo piense-estuvo varios segundos en silencio-. ¡NO!
-¿Por qué?-pregunté sorprendida.
-Porque le haces más caso a él que a mí-me reprochó.
-Dani, pareces un crío, anda sal y prometo olvidarme del móvil y pasar lo que queda de día contigo.
-Vale, ahora salgo, dame un momento-dijo.
-Está bien-respondí y me fui al salón a esperar a que él decidiera salir.
Me senté en el sofá y estuve mirando un punto fijo cuando...
-Bu-me susurró y pegué el mayor bote del siglo.
-¿Por qué haces eso?-me quejé sobresaltada aún.
-Me divierte-se encogió de hombros sentándose a mi lado.
-No debería-dije poniendo cara de enfado.
-¿Por qué no?-preguntó mirándome-Reconoce que eres tan picona como yo-se puso chulito.
-Eso no es verdad-me molesté un poco.
-Vamos, no te hagas de rogar que sabes que es verdad-dijo.
-No-pensé un poco-.Bueno, puede que algo, pero muy poco-susurré.
-¿Qué?-preguntó con cara de arrogante.
-No lo voy a repetir-dije muy digna yo.
-Picona-exclamó riendo.
-Mira quién fue a hablar-dije haciéndole burla.
-El guapo, inteligente y perfecto, yo-dijo orgulloso.
-Aquí huele a egocentrismo-me tapé la nariz e hice un gesto con la mano.
-Qué va, huele a belleza-contestó-
-¿A mi belleza?-pregunté.
-Creída-me sacó la lengua.
-Mira quién fue a hablar, de nuevo-le dije.
-Picona-me dijo acercando su cara a la mía.
-Se me ha pegado de ti, cielito-le hice un guiño.
-No creo que me hayas hecho eso-dijo sorprendido.
-¿El qué?-pregunté extrañada.
-Lo que me has hecho-respondió-.Pagarás las consecuencias.
-¿Consecuencias? ¿A qué te refieres?-pregunté poniéndome en guardia.
-Ya lo verás-dijo poniendo cara de pillo-.Tienes tres segundos para correr y esconderte si no te cojo antes.
Lo miré sin comprender, pero en cuanto comenzó a contar, corrí. No me dio tiempo a llegar a ningún lado ya que me cogió por la cintura y me levantó en el aire. Empecé a decir que me soltara, pero pasaba de mí y se reía, el muy gracioso. Llegamos a su habitación y me soltó en la cama, se echó sobre mí y comenzó a hacerme cosquillas.
-¡No! Dani para-pedí entre risas-. ¡Por favor!
Después de un rato, paró y se echó a mi lado.
-Eres un perro conmigo-dije recuperando el aire.
-No, me gusta picarte que es distinto-respondió poniéndose de lado y mirándome.
-Es lo mismo-dije mirando hacia el techo ya que yo estaba boca arriba.
-No, porque si fuera perro, dejaría que te mosquearas conmigo, pero no voy a dejarte así.
-¿No? ¿Y qué vas a hacer?-lo miré.
Dani acercó su cara a la mía y rozó su nariz con la mía. Cerré los ojos y él acarició, con su dedo, mis cejas, mi nariz, mis mejillas, mis labios y me dio un beso en la mejilla. Abrí los ojos, le sonreí y me devolvió la sonrisa. Me puse de lado y él cerró los ojos. Empecé a acariciarle la nariz, las cejas, las mejillas, la pequeña cicatriz de su mejilla derecha y sus labios. Me quedé mirándolo, ¿cómo podía quererle tanto? Fácil, siempre estaba intentando sacarme una sonrisa aunque le encantaba picarme. Escondí la cara en su cuello y él pasó sus brazos alrededor de mí abrazándome. 
No sé cuánto tiempo pasó, pero creo que me quedé dormida. Abrí los ojos un poco desorientada y me lo encontré mirándome.
-Hola-susurró con una pequeña sonrisa.
-Hola-le respondí igual-.Me he quedado dormida-dije un poco avergonzada.
-Sí-rió.
-¿Por qué no me has despertado?-pregunté.
-Porque me encanta verte dormir-respondió.
-¿Y eso?-pregunté curiosa.
-Porque duermes tranquila y eso significa que te sientes segura a mi lado-contestó.
-Es bonito, pero no tiene mucho sentido ¿no?
-Ya te lo dije, tú me nublas los sentidos y los pensamientos estando cerca-me sonrió.
-Me gusta tu sonrisa-dije para esconder que me había sonrojado.
-A mí me gustan tus ojos-dijo.
-¿Esto se va a convertir en una carrera a ver a quién le gusta más cosas del otro?-pregunté riendo.
-Sí, pero gano yo porque me gusta todo de ti-me sacó la lengua.
-No, gano yo-dije como una cría.
-No-se acercó a mí-.No cambiaría nada de ti, eres perfecta y espero estar a tu altura-dijo acariciándome la mejilla.
-Lo estás y de sobra, soy yo la que no te llega ni a la suela de los zapatos-dije cabizbaja.
-No digas eso, si eres la chica de la que me enamoré es por algo, ¿no crees?-preguntó.
-Si supieses cuánto te quiero-lo abracé.
-Me hago una idea porque te quiero tanto o más-me abrazó más fuerte-. ¿Te acuerdas de la primera vez que nos vimos?
-Sí, pasé una vergüenza... Y tú te reíste de mí-lo acusé con los ojos entrecerrados.
-Es que me hizo gracia ver cómo me mirabas tan descaradamente y después te sonrojaste cuando te sonreí, pensé que te lanzarías hacia mí-dijo.
-Pero si al principio casi ni quería estar con vosotros, me daba vergüenza-dije.
-¿Cuándo empezaste a sentir algo por mí?-preguntó mirándome.
-A gustarme, desde el principio. A quererte... Cuando te presentaste en el pueblo, aquel día que me besaste, me pediste que fuera tu novia y te enfadaste por el WhatsApp que me mandó Jesús diciendo que era mi novio-contesté y reí-. ¿Y tú?
-Me gustaste desde el primer momento en el que te vi en el aeropuerto, después, cuando Isa se nos acercó en la piscina del hotel, le pregunté por ti, quise saber cosas de ti, conocerte.
-Y lo conseguiste-reí.
-Sí-rió también-.Y a quererte... La noche que besaste a Álvaro, me moría de celos. Pero me di cuenta cuando os fuisteis, empecé a echarte de menos nada en cuanto pasaste la puerta de abordaje y cuando te volví a ver en la firma de Málaga, me sentí feliz por volverte a ver. Pensaba que no volveríamos a vernos y mira.
-Sí, ahora no podemos despegarnos el uno del otro-le sonreí.
-Y ni quiero-pegó su frente a la mía.
-¿Te estás dando cuenta de lo ñoños que nos estamos poniendo?-pregunté.
-Sí, pero me gusta que de vez en cuando nos pongamos así-respondió.
-A mí también-sonreí y lo volví a abrazar.
-Te quiero mucho pequeña.
-Y yo a ti también te quiero mucho mi vida-sonreímos y me besó.
-Eso de mi vida me ha gustado-sonrió pícaramente y me sonrojé.
Pasamos el resto del día así, entre besos y mimos. Me pasé todo el día siguiente buscando mi móvil, hasta que desistí y decidí llamarme con el móvil de Isa.
-¿Sí?-respondieron al otro lado.
-¿Álvaro?-pregunté extrañada-¿Qué haces tú con mi móvil?
-Hola-dijo-.Lo he escuchado sonar en la maleta de Dani, lo he llamado y me ha pedido que contestara yo porque está en el baño.
-Ah, mira dónde había escondido el móvil el muy gracioso-dije y Álvaro rió-. ¿Qué tal os lo estáis pasando?
-Para ser el primer día, genial. Me encantan nuestras fans, son geniales y nos han regalado un montón de cosas-dijo feliz.
-Me alegro, vuestras Auryners os adoran-dije.
-Y nosotros a ellas-dijo-.Dani ha salido ya del baño, ¿te lo paso?
-Vale, un beso y que os sigáis divirtiendo-dije.
-Gracias, un beso-se despidió.
-Hola-dijo Dani feliz.
-Así que no se te ocurrió otro sitio dónde esconder el móvil que tu maleta, ¿no?
-La verdad es que no y se me olvidó sacarlo-contestó.
-Muy gracioso, me he tirado todo el día buscando el dichoso móvil y Raquel me debe haber llamado unas mil veces y mandado un millón de WhatsApp’s-dije.
-¿Perdón?
-Tonto.
-Pero me quieres tanto como yo a ti-dijo.
-Sí-me di por vencida, no me duraría un enfado con él y menos si estábamos distanciados por un par de días más-.Os lo estáis pasando bien por lo que me ha dicho Álvaro, ¿no?
-Bien se queda corto-respondió-.Pero también tengo ganas de verte.
-Y yo a ti, pero ya solo quedan dos días. Pásatelo muy bien y mándales saludos a los chicos de mi parte.
-Vale, ¿ya vas a colgar?
-Sí, creo que Isa va a querer llamar a Blas y no quiero gastarle tanto saldo-respondí.-Te quiero.
-Yo te quiero más.
Nos despedimos y colgamos. Al día siguiente, las chicas y yo fuimos al cine a ver tengo ganas de ti y el último día, hicimos quedada de chicas en nuestro piso.
-Bueno, creo que ya hemos dejado aislado el tema por bastante tiempo, ¿no?-preguntó Clara.
-Eso-dije yo intrigada.
-No es nada...-comenzó Ainhoa.
-Esta señorita ha estado saliendo con el señorito Gango-la cortó Raquel.
-¿Enserio?-preguntó Isa-Eso es genial.
-¿Genial? Solo somos amigos y me cuenta sus cosas, sí, pero ya está-dijo un poco cabizbaja.
-Pero por algo se empieza-dije.
-Nosotros no vamos a empezar nada, a él le gusta otra chica y está rayado por esa otro chica-dijo.
-¿Sabes quién es esa chica?-pregunté.
-Sí-suspiró.
-¿Podemos saber quién es?-preguntó esta vez Raquel.
-Silvia.
-¡¿Cómo?! No, a Álvaro no puede gustarle Silvia, esa es una arpía y él no puede ser tan tonto de haberse fijado en esa-se alteró Isa.
-Isa, tranquila-le dijo Clara.
-No me tranquilizo, eso tiene que ser una broma-dijo.
-¿Por qué dices eso?-preguntó Raquel.
-Porque esa se está metiendo entre Blas y yo-respondió.
-Será bruja-saltó Ainhoa.
-Y a Dani le manda WhatsApp’s casi todos los días-dije.
-¿Y él qué hace?-preguntó Clara.
-Pasar, nunca coge el teléfono si es ella-respondí.
-Hace bien-dijo Isa.
-A David que ni se le acerque-dijo Raquel.
-Como esa se acerque a mi Carlitos... ¡Que se prepare!-dijo Clara con cara de asesina.
La verdad era mejor no meterse con Clara ni con la gente a la que quería si no querías acabar mal.
-Tranquilas, que ya tiene a Álvaro para hacer lo que quiera con él-se vino abajo.
Todas nos acercamos a ella y la abrazamos.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-dije y asintió.
-¿A ti te gusta Álvaro?-preguntó Isa.
Ainhoa asintió y bajó la mirada. La pobre lo estaba pasando mal.
-Oiga señorita, ¿ahora nos podrá decir dónde se ha estado metiendo estos días que desaparecía porque sí?-preguntó Raquel con voz de madre regañona y todas, incluida Ainhoa, reímos.
-Viendo a mi hermano-respondió con una pequeña sonrisa.
-¿Es guapo tu hermano?-preguntó.
-¡Raquel!-dijimos todas.
-¿Qué?-preguntó mirándonos.
-Que tú ya tienes a David-dijo Isa.
-Lo sé-se encogió de hombros-.Ahora respóndeme.
-Sí, es  guapo-respondió.
-¿Qué edad tiene?-volvió a preguntar.
-Raquel-dije sorprendida.
-Un momento-dijo.
-Tiene 29 años, mujer y un hijo de dos años-respondió-. ¿Por qué?
-Jo-se quejó poniendo una mueca-.Es que podrías usar a tu hermano para darle celos a Álvaro para que espabile y deje a la arpía asquerosa esa de Silvia y se fije en ti.
-No creo que...-comenzó, pero Clara la cortó.
-Es una buena idea, pero el problema está en a quién puedes usar para darle celos.
-No quiero usar a nadie, eso está mal-dijo.
-Si la otra persona también quiere, no sé dónde se le ve el problema-dijo Raquel.
Estuvimos pensando en quién podría ayudar, pero no se nos ocurría nadie.
Al día siguiente, estuvimos ayudando a Isa y Blas con la mudanza y, en cuanto acabaron, nos fuimos la piso que ahora sería de Clara y mío y nos sentamos en el sofá a estar todos juntos un rato.
-Yo tengo una pregunta-dijo David.
-Dila-dijo Álvaro.
-Bueno, más bien dos...-dijo algo pensativo.
-Suéltalas de una vez-le dijo Raquel.
-La primera va para Álvaro y Ainhoa-los miró.
-Di-dijeron a unísono.
-¿Estáis saliendo a escondidas?-ambos se pusieron rojos y Ainhoa bajó la mirada.
-No-dijo Álvaro un poco nervioso.
-Y la otra... para mi cuñadita y para mi amigo Blas-puso una mirada pícara.
-Dispara-le dijo Isa.
-¿Seguís disfrutando tanto de la noche ahora que estás embarazada?-los miró pícaro y los dos se sonrojaron mientras todos reíamos. Raquel, le dio un golpe en la cabeza- ¡Au!-se quejó.
-Eso por tonto-le dijo.
-Y esto por pervertido-Dani también le dio.
-Y esto por pegar a tu amigo-le di a Dani igual que él a David.
-No me pegues-me puso un puchero.
-No le pegues-señalé a David.
 Dani acercó su cara a la mía y comenzó a besarme como siempre, como si no hubiera nadie más con nosotros.
-¿Hola?-dijo Carlos interrumpiéndonos.
-Ups-me puse roja.
-Un poco más y te desnuda aquí mismo-me dijo Isa. Todos la miramos, se había pasado un poco con eso.
-¿Y a ella no le pegas?-dijo David.
-No, es mi hermanita-dijo Raquel.
-JO... eso es que tenéis un complot contra mí...
-¿Quién?
-TODOS.
-Entonces también lo tienen contra mí-dijo Dani.
-No, contra mí...- David se hizo el ofendido.
Todos empezamos a reír, Isa le dio un beso a Blas en los labios.
-¿Y ahora que se supone que tenemos que deciros?-dijo Dani.
-Lo que quieras listo-le sacó la lengua-.Lo nuestro ha sido un beso normal, lo vuestro no-le volvió a sacar la lengua.
-Blas, bésala para que podamos reírnos-dije.
Blas la besó.
-¿Contentos?-preguntó Blas.
Todos asentimos y empezamos a meternos unos con otros otra vez. Después de un rato, habíamos hecho grupos para hablar. Yo estaba con Dani, él me tenía abrazada por la cintura y me estaba hablando sobre My Camp.
-Oye, ¿no tienes algo que darme?-le pregunté mirando.
-No, ¿el qué?-se hizo el tonto.
-Lo sabes perfectamente, mi móvil-dije.
-Ah, es verdad-hizo como si acabara de acordar, se lo sacó del bolsillo del pantalón y me lo dio.
Lo miré y tenía WhatsApp’s de mi primo.
Jesús: ¡Hola primaa! ¿Qué tal? Espero que bien :) Jejeje Verás, me voy a ir unos días a Madrid y me preguntaba si podrías conseguirme un sitio dónde quedarme, ¿puedes? Dime que sí anda. Bueno, veo que cuando estás con tu amorcito no coges el móvil porque llevo toda la tarde intentando contactar contigo y no hay manera -.-' En fin, llego el lunes sobre las ocho y media o nueve, depende del tren que coja. Te quiero Lau. Un beso <3
Una bombilla se me encendió. Miré el reloj y eran las nueve menos cuarto. Mi primo estaría a punto de llegar.
-Chicas, ¿me acompañáis?-dije levantándome y ganándome la mirada de todos.
-¿A dónde?-preguntó Raquel.
-A la cocina a preparar la cena, ¿no tenéis hambre ya?
-Id vosotras, yo no tengo ganas de cocinar-dijo Isa.
-No, venga vamos todas-les lancé una mirada que terminaron pillando y me acompañaron a la cocina.
-¿Qué pasa?-preguntó Clara una vez dentro de la cocina.
-Dentro de poco por esa puerta-señalé la puerta de la calle-aparecerá la persona que nos va a ayudar con el tema Ainhoa y Álvaro.
-Pero yo ya he dicho que no...
El timbre sonó.
-¡Yo abro!-corrí hasta la puerta y la abrí-¡Primo!
-Hola prima-nos abrazamos.
-¿Qué tal?-pregunté mientras entrábamos.
-Bien ¿y tú?
-Bien.
Vio a las chicas y se acercó a ellas para saludarlas con dos besos. Cuando iba a saludar a Ainhoa, se quedó mirándola.
-Hola guapa, creo que no nos han presentado, ¿no?
-No-respondió ella.
-Ella es Ainhoa, una amiga-dije metiéndome en la conversación-.Ainhoa, él es Jesús, mi primo.
-Encantado-dijo él y le dio dos besos.
-Igualmente-dijo ella.
-Hola Jesús-dijo Álvaro con un tono que llamó la atención de todos.
-Hola chicos-se acercó a ellos y los saludó.
Al final pedimos pizzas y comimos todos juntos entre risas y las caras raras que ponía Álvaro cuando Jesús le decía algo a Ainhoa y ella le hablaba también. Si no supiera que a Álvaro le gustaba Silvia, juraría que estaba celoso, aunque un poco de celos puede despertar a cualquiera y ojalá Álvaro terminara sintiendo algo por Ainhoa, ella era una buena chica no como Silvia, esa arpía no me gustaba un pelo.
Álvaro y David fueron los primeros en irse.
-¿Álvaro se va hasta Alcalá?-preguntó Dani.
-No, se queda con David-respondió Blas.
Las siguientes fueron Ainhoa y Raquel y un poco más tarde, Isa, Blas y Carlos. 
-Yo también me voy ya-dijo Dani-. ¿Nos vemos mañana?
-Claro-dije.
Lo acompañé hasta la puerta y se despidió de mí dándome un beso de esos que tanto me gustaban. Cerré la puerta tras Dani y me senté en el sofá junto a mi primo.
-No veas ¿eh primita?-dijo Jesús.
-¿Qué pasa?-lo miré.
-Que no veas como le has metido mano a tu novio mientras le besabas-respondió Clara.
-No le estaba metiendo mano, solo le robaba el móvil-dije enseñándole el móvil de mi novio. Ella puso cara de consecuencia-.Tranquila, no pasará nada.
-No, solo que se volverá loco buscándolo-ironizó-.Sabes que tu novio está súper enganchado al móvil.
-Lo sé y por eso lo he hecho, él me robó el mío y ahora yo le he robado el suyo-me encogí de hombros.
-Mañana atente a las consecuencias-dijo.
Nos quedamos un momento en silencio
-Jesús-lo llamé.
-Dime.
-¿Puedo pedirte un favor?-pregunté.
-Claro, dime.
-¿Puedes ayudar a Ainhoa a darle celos a Álvaro?-preguntó Clara al ver que yo no sabía cómo decirlo.
-¿Más celos?-preguntó él extrañado.
-¿Cómo que más celos?-esta vez las extrañadas éramos Clara y yo.
-¿No habéis visto como me ha llamado la atención cuando estaba saludando a Ainhoa? ¿O las caras que ha puesto mientras hablaba con ella? Eso son celos en toda regla y eso que no conozco mucho a Álvaro-explicó.
-Bueno, pero necesitamos que la ayudes un poco más, porque a él le gusta otra-dije.
-Una arpía de las buenas que le hace daño y se está metiendo entre Blas e Isa-añadió Clara.
-Yo os ayudo siempre y cuando ella también quiera-nos dijo.
-Ella quiere-dijimos mi amiga y yo a la vez.
-Entonces trato hecho-dijo.
Clara y yo nos miramos y nos lanzamos unas sonrisas de complicidad.
Nos levantamos y acompañé a Jesús hasta la habitación que era de Isa, que sería dónde él dormiría mientras estuviese en Madrid. Me fui a mi habitación, me cambié y cuando me iba a dormir, el móvil de Dani comenzó a sonar.
-¿Sí?
-Sabía que lo tenías tú-dijo-.Me he vuelto loco buscándolo hasta que me acordé de cómo me tocaste el trasero mientras nos besábamos cuando nos estábamos despidiendo.
-Ups-reí.
-¿Ups?-repitió-. ¿Se puede saber por qué lo has hecho?
-La venganza es un plato que se sirve frío, cariño.
Y con las mismas le colgué. No sabía lo que me esperaba al día siguiente, pero yo me dormí con una sonrisa por haberle devuelto la bromita a mi chico.